En Chiapas, los indígenas, los invisibles, los más pequeños, los que después de 500 años siguen ninguneados, mantienen viva su lucha contra la explotación, la represión y la marginación. Con dignidad y coraje se levantaron un primero de enero de 1994, con la misma digna resistencia se mantienen hoy alzados en demanda de democracia, libertad y justicia.

En febrero de 1995, y tras una brutal ofensiva militar contra las comunidades indígenas zapatistas, nace la Plataforma Vasca de Solidaridad con Chiapas. Desde entonces, hemos acompañado, caminado, escuchado, aprendido con los compañeros y compañeras chiapanecos. Hoy, mantenemos nuestro compromiso de entonces: no están solos, no les dejaremos solos.

Nuestra solidaridad, más que nunca, es importante y necesaria, desde el aporte económico, desde la difusión de la realidad indígena y sus luchas, desde la participación física en los campamentos civiles por la paz, desde el apoyo a todas las iniciativas por una paz con justicia y dignidad en Chiapas.

Desde la Plataforma Vasca de Solidaridad con Chiapas, junto con otras personas, grupos y colectivos, trabajamos cada día para que a su lucha no le falten medios y para que su voz no se apague en el camino. Recaudamos fondos, organizamos charlas, damos información, denunciamos violaciones de derechos humanos, festejamos la dignidad recobrada tras el alzamiento de 1994…

Queremos que su palabra, la de los más olvidados, sea escuchada, que sus sueños encuentren un lugar, aunque sea pequeño, dentro de cada persona, que se conviertan en sonrisa, en mano que a través de la mar tiende puentes, nuevos mundos, entre los seres humanos.